martes, 20 de septiembre de 2011

Y después de todo...

Le he mandado un mensaje privado por facebook. Le prometí mantener más el contacto y por no aburrirla demasiado, suelo escribirle cada pocos días aunque podría escribirle todos. Es la persona en quien más he confiado nunca. Para mi es sincera como nadie y si miente, para mi no es mentir porque siempre la entiendo.
Hemos compartido miles de momentos y contamos con miles de recuerdos. Unas cuantas fotos, unas cuantas palabras inventadas por nosotras, nuestras canciones típicas,de cuando estamos juntas. Es de las pocas personas con las que puedo hablar con la mirada y con las que estoy a gusto aunque pasemos horas juntas sin hablar. Dicen que cuando pasa eso, es que hay confianza. Esa confianza me encanta.
Mis mejores recuerdos con ella son de casi todas las noches que hemos pasado sin dormir. Las dos miopes flipando cuando todo se inunda de estrellas. Antes de tumbarnos pensamos en colocar el colchón para verlo todo mejor. Las estrellas fugaces ya no nos hacen ilusión.

- Ha lucido una.
- ¿Otra?

Hoy le he contado que mi vida ha cambiado un poco más y ella que que mucho tren y muchos madrugones...  También me ha dicho:
... Eso es todo. Te sigo echando de menos. Nos vamos contando, así estamos un poco menos lejos... 


http://www.youtube.com/watch?v=vFQntoVn1BA

jueves, 8 de septiembre de 2011

Escribiendo después de un tiempo...

           Llevo muchísimo tiempo sin acordarme de este rinconcito que me inventé, desde entonces solo me ha servido para contar un par de anécdotas que me apetecía dejar aquí, para recordarlas. Los pececitos azul y amarillo llevan mucho tiempo sin comer, no me he acordado para nada de ellos, aunque prometí hacerlo. Cuando era pequeña me pasaba lo mismo, los peces que mi madre me compraba  por mis caprichos, morían en un par de días porque me cansaba de mirarlos, entonces dejaba de cuidarlos o jugaba con ellos de mala manera. Al poco tiempo volvía a pedir otro pez  a mi madre. 

         Creo que me pasa lo mismo con todo y posiblemente me pase toda la vida. Me ilusiono con cualquier cosa, paso un tiempo pensando prácticamente solo en ello, más tarde me cansa o me agobia sentirme muy  pegada y lo dejo un poco de lado o lo olvido, para después echarlo de menos. A veces con suerte puedo volver a recuperarlo, como los viejos cd`s de música antigua que he vuelto a buscar ahora, todavía me encantan todas las  canciones que grabé hace años. Otras veces, las cosas no permanecen donde las dejé, porque no son cosas, son personas. 

"Todo lo que pudimos recoger
después de la derrota
es esta promesa.
Nosotros sabemos lo que contiene,
la lista de normas de un pequeño
código de honor de derrotados
apenas válido para no
deshacernos, y desde luego incapaz
de mover a construir nada.
Es un templo de piedras rescatadas
de entre las ruinas de la tormenta
pero aún así dentro arde
nuestra pequeña candela"

                               José Daniel Espejo.