jueves, 5 de enero de 2012

Un 5 de enero.

Es el cumpleaños de una conocida que podría llamar en el mejor de los casos amiga.
Comemos todos juntos, los que nos conocemos desde hace miles de años y apenas hemos estado juntos.  Para especificar, juntos y sintiéndonos de verdad amigos.
La comida ha estado muy buena, como tantas veces que como en casa de mis tíos.
No sabía que mis compañeros tuvieran tanto tiempo libre y se aburrieran tanto como para ver un programa que dura cinco horas seguidas en la tele todas las tardes o revisar las redes sociales de la gente con todo detalle.
 Presumen de saber y saber de esa mierda de mundillo. Por lo menos de vez en cuando descubro que alguno me está mirando y poniendo cara de: pues vale... La misma que tengo yo durante toda la comida.
Me importa poco reirles las gracias o escuchar sus cotilleos.
Lo bueno de todo esto no es más que darme cuenta de que aquello que pensaba que quería no era más que una sujeción para no caerme o para sentirme cómoda, teniendo gente siempre a mi lado, hablando de cualquier cosa y riendo sin parar.
Esto es cada vez más lo que menos me vale.

Suerte, que esta mañana alguien me despertó muy especialmente con una voz dulce y suave por teléfono; que después me encontré a alguien que me dijo que mañana podíamos tomar un café en su casa, porque no se podía ir a Jaén sin quedar conmigo; que mis padres me han preguntado que tal llevo el examen del día 11;  que al llegar a casa encuentro a un mi primo de 5 años mirando el árbol de navidad y explicándome con ilusión lo que quiere que le traigan los reyes y preguntándome: ¿tú que te has pedido prima?

Hoy no necesito nada más.

martes, 1 de noviembre de 2011

Canciones

Me encanta encontrarle sentido a las canciones, darme cuenta de que sus letras encajan con algo que siento.
:)

"Hay veces que se puede estar un poco muerto estando vivo y hay gente que nunca muere, aún después de muerto"

Calle arriba, caminé tranquilo
al encuentro de un invierno frío
que dejé pasar.
Al doblar la esquina y en la acera,
di de bruces con la primavera,
no la vi llegar.
Un verano sin excusa
en otoño me olvidó la musa
me dejó marchar.
Me dormí en las estaciones
y ahora el tren parado por vacaciones
no quiere arrancar.
El silbato es la esperanza nueva
y por fin los campos ahí afuera,
van quedando atrás.
Ya se acerca la estación nevada
bajo y cumplo años de pasada
y una estrella más.
Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores
en la luz vital.
Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.
Y por esto vivo el día,
día simple, día claro,
vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me han enseñado
que con hoy es suficiente.
Calle arriba, caminé tranquilo
al encuentro de un soñado estío
que hubo que pasar.
Al doblar la esquina en la primera
el otoño me enseñó quien era
me invitó a pensar.
Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores
en la luz vital.
Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.
Y por eso vivo el día
día simple día claro
vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me ha enseñado
que con hoy es suficiente
y mañana es demasiado.
Y por esto vivo el día
día simple, día claro.
Vivo al menos sin temores
sin el miedo de gozar.
Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me ha enseñado
que con hoy es suficiente
y mañana es demasiado.
                      Antonio Vega. 

martes, 20 de septiembre de 2011

Y después de todo...

Le he mandado un mensaje privado por facebook. Le prometí mantener más el contacto y por no aburrirla demasiado, suelo escribirle cada pocos días aunque podría escribirle todos. Es la persona en quien más he confiado nunca. Para mi es sincera como nadie y si miente, para mi no es mentir porque siempre la entiendo.
Hemos compartido miles de momentos y contamos con miles de recuerdos. Unas cuantas fotos, unas cuantas palabras inventadas por nosotras, nuestras canciones típicas,de cuando estamos juntas. Es de las pocas personas con las que puedo hablar con la mirada y con las que estoy a gusto aunque pasemos horas juntas sin hablar. Dicen que cuando pasa eso, es que hay confianza. Esa confianza me encanta.
Mis mejores recuerdos con ella son de casi todas las noches que hemos pasado sin dormir. Las dos miopes flipando cuando todo se inunda de estrellas. Antes de tumbarnos pensamos en colocar el colchón para verlo todo mejor. Las estrellas fugaces ya no nos hacen ilusión.

- Ha lucido una.
- ¿Otra?

Hoy le he contado que mi vida ha cambiado un poco más y ella que que mucho tren y muchos madrugones...  También me ha dicho:
... Eso es todo. Te sigo echando de menos. Nos vamos contando, así estamos un poco menos lejos... 


http://www.youtube.com/watch?v=vFQntoVn1BA

jueves, 8 de septiembre de 2011

Escribiendo después de un tiempo...

           Llevo muchísimo tiempo sin acordarme de este rinconcito que me inventé, desde entonces solo me ha servido para contar un par de anécdotas que me apetecía dejar aquí, para recordarlas. Los pececitos azul y amarillo llevan mucho tiempo sin comer, no me he acordado para nada de ellos, aunque prometí hacerlo. Cuando era pequeña me pasaba lo mismo, los peces que mi madre me compraba  por mis caprichos, morían en un par de días porque me cansaba de mirarlos, entonces dejaba de cuidarlos o jugaba con ellos de mala manera. Al poco tiempo volvía a pedir otro pez  a mi madre. 

         Creo que me pasa lo mismo con todo y posiblemente me pase toda la vida. Me ilusiono con cualquier cosa, paso un tiempo pensando prácticamente solo en ello, más tarde me cansa o me agobia sentirme muy  pegada y lo dejo un poco de lado o lo olvido, para después echarlo de menos. A veces con suerte puedo volver a recuperarlo, como los viejos cd`s de música antigua que he vuelto a buscar ahora, todavía me encantan todas las  canciones que grabé hace años. Otras veces, las cosas no permanecen donde las dejé, porque no son cosas, son personas. 

"Todo lo que pudimos recoger
después de la derrota
es esta promesa.
Nosotros sabemos lo que contiene,
la lista de normas de un pequeño
código de honor de derrotados
apenas válido para no
deshacernos, y desde luego incapaz
de mover a construir nada.
Es un templo de piedras rescatadas
de entre las ruinas de la tormenta
pero aún así dentro arde
nuestra pequeña candela"

                               José Daniel Espejo. 
        

miércoles, 18 de mayo de 2011

Deshojándome

Hoy me gustaría, 
Recoger amapolas para alguien.
Vestirme de amarillo.
Encontrarme un cartel de un concierto para este fin de semana.  
Caminar ligera, como si patinara.
Quedar con alguien por primera vez.
Inventarme una comida para cocinar.
Chapotear en algún sitio.
Inventarme un cuento muy corto y contárselo a un niño.
Encontrar una canción con ritmo suave que  identifique y detalle lo que me pasa.
Manchar un lienzo muy grande con pinceladas de todos los colores.
Encontrarme en una situación donde  no pueda parar de reír. 

… y sobre todo sacarme de dentro dos simples palabras que me impiden disfrutar de lo que estoy haciendo hoy y me hacen buscar las cosas que me alegraría hacer para apartarme de lo que siento. Días como hoy en los que encuentro mi debilidad y creo completamente en que el vínculo de pendencia o de dependencia que encontré desde hace un tiempo con respecto a esa persona, es mi único punto de apoyo y a la vez la cúspide de casi todos mis disgustos. 

sábado, 14 de mayo de 2011

13 de mayo de 2011.

Escribo esto porque hay alguien a quien le gusta leerme, además ayer cumplí los 20.
Al parecer el cumpleaños de alguien empieza a las primeras doce de la noche del día en que hace más o menos años nació. Me cantan, muchas felicidades y muchas gracias, que tarta tan bonita.
 Me han pintarrajeado los ojos muy negros y muy rojos los labios. Semidesnuda, encima de un escenario, poso para unas fotos fumando un cigarro, bajo diferentes luces. Me ha llenado la habitación de globos y casi se duerme de tanto esperarme. Sms simplones, felicitaciones desanimadas. Otra, ha dormido nada para confeccionar regalos para mi, yo he dormido poco más que ella. Me encanta desayunar churros con chocolate. Hace sol y corre algo de viento fresco. Las fuentes del Triunfo suenan muy bien con los ojos cerrados y  hoy también huele a flores por las calles. Quiero llevarme lo nuevo a mi casa, incluso algo más que cosas. Esta vez acarreo con poco en mi maleta y llego temprano al tren. Además de esto, lágrimas, aunque no creo estar triste. Ya circulando, pienso como todo esto que me pasa pueda ser verdad y me acuerdo de que en ocasiones otra persona me pregunta algo parecido, creo que sonrío.  Intento leer mientras pienso en otras cosas.
 No esperaba la expresión tan emocionada de mi padre al recogerme.Los mejores abrazos y sonrisas en mi casa. Mi hermana ha hecho algo único. Como cada vez que vuelvo me complace, sorprendida, deambular por las calles sin mirar a nadie. Hacía mucho tiempo que mi madre no me decía "eres un sol" y hoy me ha gustado más que nunca escucharlo. Me dormí pronto,  la muñeca me olía a mi nuevo perfume. Antes de meterme en la cama he volví a mirar el álbum de fotos, mandé un sms, pensé en que quiero estrenar mi cachimba y en si se habrían explotado muchos globos de mi cuarto, desde esa noche hasta la noche del domingo, cuando volvería a Granada.


miércoles, 13 de abril de 2011

El color de lo imposible.

Guardaré el recuerdo del color y la forma de una experiencia que me parecía irreal mientras sucedía. 
Tal vez también en este recuerdo puedan guardarse algunas otras cosas como el eco del oleaje, la esencia que mezclaba la humedad del agua con la sal,  la sospecha de aquella  casi perfecta soledad. Mis manos pequeñas y de pulso acelerado podían tocarlo todo, la eficacia de escapar, desertar, perderse y saber de que manera nos satisfacía y  lo paladeábamos. 
Toda esta sensación que me desbordaba, quizás fue el momento más feliz.